El 1 de abril de 1939 acabó la Guerra Civil española con la
victoria del bando sublevado, liderada por Franco. Tras tres años de guerra, el
panorama del país era desolador:
-
La población laboral había disminuido por los
fallecidos en la guerra y los exiliados.
-
Las infraestructuras y las ciudades habían sufrido
estragos a causa del conflicto.
-
Existía una gran escasez de víveres, materias primas y
bienes de equipo.
-
No había reservas de oro ni de divisas.
-
La capacidad productiva del país había disminuido
mucho.
El gobierno implantó una política de autarquía, ya que la
comunidad internacional había aislado a España económicamente (salvo la
Argentina de Perón). El gobierno impuso un extenso sistema de controles
estrictos e intervino en muchos aspectos de la vida económica del país.
Si hasta 1936 la economía española se había caracterizado por
el proteccionismo de sus aranceles, desde 1939 este proteccionismo se convierte
prácticamente en un cierre y aislamiento de los mercados españoles. Este
proteccionismo se vio remarcado por el carácter nacionalista del gobierno
establecido.
La concreción de esta política económica se materializó en
los tres hechos siguientes:
-
Política industrial fuertemente intervencionista. Los
mecanismos de control alcanzaban licencias de apertura y ampliación, control de
precios de productos y control en la distribución por la existencia de
racionamiento en muchos productos.
-
En el ámbito del comercio exterior se produjo el
establecimiento de un comercio de carácter bilateral, con fijación de controles
muy directos del tipo de cambio de la peseta, que exigían la necesidad de
obtención de permisos para comerciar.
-
En política monetaria, en los mercados de capitales, la
escasez de ahorro interno y el cierre de los mercados internacionales llevaron
al Estado a establecer una política expansionista de efectos inflacionistas
dirigida a asegurar la financiación del sector público y a proporcionar a la
economía cuanto recursos monetarios necesitase.
Los resultados obtenidos no fueron los esperados, sufriendo
España en estos años un hundimiento de la producción agrícola e industrial, con
una gran importancia del contrabando y la corrupción.
El final de la II Guerra Mundial en 1945 no supuso una
mejora de los problemas económicos de España. España fue excluida por los
Estados Unidos del Plan Marshall para la recuperación de Europa, y esto acentuó
la crisis y el aislamiento de la economía española.
Hacía los años 50, la situación económica española empezó a
mejorar debido al cambio de las políticas económicas, un ejemplo fue la
liberalización parcial de los precios y del comercio.
Desde 1951, los Estados Unidos apoyaron financieramente a
España mediante créditos bancarios, ya que se veía como una aliada contra el
comunismo en plena Guerra Fría.
En 1959 el régimen elaboró el Plan de Estabilización, que
provocó una laga etapa de expansión económica conocida internacionalmente como
el Milagro Español.
Como observamos en la gráfica anterior, no sería hasta 1959, con el fin a las medidas proteccionistas, cuando comenzaría el crecimiento de la economía española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario