lunes, 21 de octubre de 2013

La desastrosa decisión que llevó a Gran Bretaña a la miseria



En la década de los años 20, Gran Bretaña había sido desplazada por Estados Unidos como país líder en el mundo, y pasaba por un momento de recesión económica.

En las elecciones generales en Gran Bretaña de octubre de 1924 obtuvieron el poder los conservadores, dentro de los cuales existía un grupo que veía como solución al paro y a la precaria situación económica la fijación del tipo de cambio de la libra esterlina en relación al precio del patrón oro al nivel anterior a la guerra. El patrón oro era un sistema de determinación del tipo de cambio en el que las autoridades monetarias de cada país fijan el precio de sus monedas en términos de oro, éstas son libremente convertidas en oro, se permite la libre importación y exportación de oro y cada país mantiene sus reservas exteriores en este metal precioso.


Winston Churchill fue elegido ministro de Hacienda, y ante las presiones para volver al patrón oro, invitó a Keynes y a Reginald Mckenna, un canciller liberal durante la guerra, para que le aconsejaran. Ambos le aconsejaron que no fijara la libra al patrón oro. Keynes predijo una deflación masiva y un recorte brusco en el nivel de sueldo y de vida de los trabajadores. El mismo keynes afirmó: “Un patrón oro no significa, en la práctica, otra cosa que tener el mismo nivel de precios y los mismos tipos de interés que Estados Unidos. La totalidad del objeto es vincular rígidamente la City con Wall Street. Esto puede ser un procedimiento peligroso”.

Tres días después, tras recibir presiones de sus compañeros más ortodoxos, Churchill fijó el tipo de cambio de la libra al patrón oro, el 13 de mayo de 1925.

La libra se había depreciado un 10%, con la vuelta al patrón oro había un intento por recobrar el valor de la divisa y el prestigio financiero británico.

Con la fijación de la libra al patrón oro, las importaciones procedentes de Gran Bretaña se encarecían, perjudicando al comercio exterior. Además añadió una dificultad importante a la actividad de un sector clave de la economía británica como era el de la minería del carbón, ya de por sí con problemas serios estructurales.

Al poco tiempo quedó claro que el regreso al patrón oro estaba siendo ruinoso para la economía británica. Gran Bretaña abandonaría el patrón oro el 21 de septiembre de 1931.

 BIBLIOGRAFÍA: http://manuelmoralourido.files.wordpress.com/2010/11/churchill-y-keynes-el-patron-oro-y-la-economia-escrito-completo-en-pdf.pdf

http://industrial.frba.utn.edu.ar/MATERIAS/politica_economica/archivos/keynes_econ.pdf

Libro "Keynes vs Hayek"